No somos iguales. Somos lo mismo
No soy un cuerpo. No soy mis palabras. No soy mis emociones, ni siquiera soy mis pensamientos. Tampoco ese traje, o disfraz, o lastre conformado por experiencias, recuerdos, juicios y opiniones. No, no soy mis ideas.
No puedo ser un cuerpo porque soy eterna y mi cuerpo perecerá.
No puedo ser mis palabras porque tan solo son símbolos que en su función de expresar y explicar qué soy, burdamente limitan lo que por naturaleza es ilimitado.
No soy mis emociones, esas que me atraviesas una y otra vez yendo y viniendo en un vaivén constante; Yo Soy estable.
Y tampoco soy mis pensamientos porque mi auténtico Ser está más allá del ruido de la mente descansando en la quietud.
Soy, Somos, aquello que impasible y eterno observa el ir y venir de todo lo anterior sin perturbarse.
Somos Conciencia.
El observador y lo observado.
Una Conciencia única y eterna que se manifiesta a sí misma a través de muchos.
No somos iguales. Somos lo mismo.
- Buscadora de abrazos. RESEÑA.
- Ho’oponopono time