Alma (y su casita de muñecOs)
NOTA DE LA AUTORA
El extracto que comparto a continuación con todos vosotros pertenece a mi novela «Alma (y su casita de muñecOs)» y es una reflexión en voz alta, la razón por la que Pandora y Alma han visto la luz.
Espero que os resuene y despierte vuestro interés.
NOTA DE LA AUTORA
Lo que me impulsó a escribir esta novela fue un profundo deseo de compartir con otras personas todo lo que he ido descubriendo a lo largo de mi vida acerca de las grandes verdades de nuestra mente subconsciente.
No se trata de una cuestión teórica, al contrario, me gusta poner en práctica aquello que voy aprendiendo, y te puedo asegurar que el subconsciente supone un excelente aliado para lidiar con los retos a los que tenemos que enfrentarnos en nuestro día a día, desde lo más cotidiano a lo más extraordinario.
Es importante conocerlo, reconocerlo y tenerlo presente como si de un buen amigo se tratara, convertirlo en nuestro cómplice porque supone una inestimable ayuda con la que poder alcanzar todo aquello que deseamos ser, hacer o tener.
Hemos nacido para ser felices y en nosotros habita un silencioso tesoro capaz de concedernos todos nuestros deseos.
El subconsciente es un enorme cuarto oscuro, un lugar secreto en el que se desarrolla nuestra vida externa. Es complaciente y neutro -no enjuicia ni cuestiona lo que tú crees-, y como he ido repitiendo a lo largo y ancho de mi novela, es omnisciente, omnipotente y omnipresente. En él reside el único poder creativo.
La mente consciente y la mente subconsciente no son dos mentes diferentes, sino dos esferas de actividad dentro de una única mente.
La consciente percibe la realidad que le rodea a través de los sentidos mientras la subconsciente lo hace a través de la intuición. Es tierra fértil y los pensamientos, semillas. No tiene capacidad para argumentar o discutir lo que en ella se graba, sea cierto o no, sea bueno o malo, en cuanto una idea o imagen anida en el subconsciente, este despliega todo su poder -que es todo el poder que existe- para crearlo -manifestarlo en tu experiencia- sin poder hacer ningún tipo de modificación por su cuenta.
Una manera sencilla de grabar en tu subconsciente imágenes o mensajes que te gustaría ver reflejados en tu vida sería a través de la repetición de pensamientos o frases constructivas. Y no desesperes si no lo tienes, ves o sientes de inmediato; los períodos de gestación de nuestros deseos tienen una duración variable que es imposible de determinar a priori.
Si has aprendido algo a través de la lectura de este libro, te insto a que te pongas manos a la obra y lo practiques. Tomar conciencia de qué piensas, dices y sientes es el primer paso. Nadie lo puede hacer por ti. Los resultados superarán tus expectativas. No puedes fallar.
¡Ánimo!
Gracias por haberme acompañado hasta aquí.
Mis mejores deseos son tuyos. Hay mucho amor para ti.